PERFIL DEL EX SECRETARIO DE TRANSPORTE Jaime, el cinturón negro de karate que manejó una caja del Gobierno

Pese a que intentó mantener un bajo perfil, su llamativa figura y la particular forma de llevar adelante la gestión administrativa lo terminaron convirtiendo en un "personaje atípico" que ha logrado dejar su impronta no sólo entre sus pares del Gobierno, sino también entre los empresarios y los dirigentes de la oposición que no pararon de denunciarlo ante la Justicia.

En los últimos seis años, Ricardo Jaime ha sido el secretario de Transporte que más poder y presupuesto ha manejado desde el retorno de la democracia.

Con sus títulos a cuestas de ingeniero agrimensor y cinturón negro de karate, Jaime ha pasado a la historia como el titular de Transporte que más subsidios tarifarios ha desembolsado a los operadores privados.

Creados a mediados de 2002 para paliar transitoriamente los efectos de la crisis económica, los subsidios se transformaron en una pieza clave que la administración kirchnerista ha utilizado para no aumentar los boletos y los pasajes ferroviarios.

De un promedio mensual de $40 millones en el año 2003, las compensaciones económicas a los colectivos, trenes y subtes que treparon en los últimos meses a algo más de $ 500 millones.

A esa suma se agregan otros $1.700 millones que Jaime ha remitido a Aerolíneas Argentinas en los últimos 12 meses para pagar los sueldos y los repuestos.

En materia de inversiones, si bien fracasó con el Tren Bala, en los dos últimos años administró un paquete de obras que superaron los $ 3.000 millones.

Pese a su origen cordobés, Jaime desplegó la mayor parte de su carrera política en Santa Cruz.

Tras haber ocupado una banca de concejal en Caleta Olivia entre 1987 y 1991, se sumó al equipo de Néstor Kirchner y desde entonces escalando posiciones.

Con Kirchner al frente de Santa Cruz, Jaime fue primero secretario de la Gobernación y luego titular del Consejo Provincial de Educación, donde tuvo a su cargo la negociación del traspaso de las escuelas nacionales a la provincia.

Luego de un "cortocircuito" con Cristina Kirchner, a fines de 1999 retornó a Córdoba para asumir con viceministro de Educación de Juan Carlos Maqueda, el actual juez de la Corte Suprema.

Tras aterrizar en la Casa Rosada, Kirchner lo ubica al frente de Transporte y comienza a desplegar una polémica gestión marcada por los millonarios subsidios y la acumulación de una veintena de denuncias judiciales por supuestos ilícitos e incumplimientos de sus deberes como funcionario público.

Al igual que el ex presidente, Jaime se caracterizó por concentrar en sus manos todas las decisiones de su área. Los subsecretarios¿que fueron puestos por los gremios del sector¿han tenido papel meramente decorativo, ya que en la mayoría de los casos se enteraban de las medidas tomadas por Jaime al leer el Boletín Oficial.

Más allá de ser recordado por los trajes oscuros y la ostentación de anillos y cadenas de oro, la salida de Jaime plantea dos interrogantes clave.

En primer lugar, cómo hará su reemplazante para resolver los serios problemas que enfrenta el área de Transporte. Y en segundo lugar, qué sucederá cuando Jaime se vea obligado a recorrer los tribunales para responder las acusaciones que no sólo lo salpican a él, sino también a varios empresarios y a sus ex superiores, el actual ministro de Planificación, Julio De Vido y ex presidente Néstor Kirchner.

Fuente:http://www.clarin.com/diario/2009/07/02/elpais/p-01950797.htm