El máximo responsable del Partido Comunista Chino (PCCh) de Urumqi, Li Zhi, ha prometido pena de muerte para los responsables de las más de 150 muertes registradas en la capital de la región de Xinjiang desde que el pasado domingo se desatara la violencia interétnica, informa AFP.
Sus palabras se producen poco después de que el presidente de China, Hu Jintao, aterrizase en Pekín tras abandonar forzosamente la cumbre del G-8 que se desarrolla en Italia. Seguir leyendo...
Fuente:http://www.elmundo.es/elmundo/2009/07/08/internacional/1247052594.html
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